domingo, 2 de septiembre de 2007

Rab. Ariel Kleiner - El Souvenir

Hay un relato muy conocido que me hace acordar al sentido de esta noche.

Cuentan que a una aldea, un buen día llegó un mensajero, anunciando que un pariente lejano de todos los judíos de ese pueblo había fallecido hacía ya mucho tiempo, y que poco antes de partir hacia su eterna morada dejó para sus parientes de ese lugar una herencia muy preciada.

Los humildes pobladores del lugar se apresuraron en organizar un tiempo y un espacio para poder materializar la herencia que el pariente les había dejado.

Llegó el tan ansiado día y todos los lugareños se aproximaron al Beit HaKneset, al centro de reunión comunitario, para recibir el legado…

Todos los que se acercaban al lugar lo hacían con una carretilla en sus manos para poder llevar a sus casas las monedas de oro que esperaban recibir.

Una vez que toda la congregación estaba reunida en la sinagoga,
Hombres, mujeres y niños,
Jóvenes y ancianos,
Desesperanzados y enamorados de cada instante de la vida,
- al igual que en esta noche, aquí en este Beit HaKneset –
El mensajero subió a la Bima y dijo:
El pariente que partió hacia su Eterna morada se llama: Moshe, Moshe Rabeinu,
Y el legado que dejó es La Tora, la palabra revelada de D’s.

Todos regresaron a sus casas con sus carretillas aparentemente vacías,
Pensando qué era lo que iba a hacer cada uno con ese Legado.

¿Realmente ellos regresaron con sus carretillas vacías?

Imagino que para los protagonistas del relato ese día debe haber sido un día significativo en sus vidas, un día movilizante, un día de esos que uno no olvida tan fácilmente.

Dicen los lugareños que al salir de la Sinagoga con las carretillas vacías ellos sintieron que se fueron con las carretillas llenas y que fue un día de Gran Celebración.

Y hablando de Celebración….

Siempre me llamaron la atención los Souvenir que se reparten en cada celebración,
En el jardín – era una pequeña Bolsita de regalos y globos.
En los Bnei Mitzva o en los casamientos– algún adorno para poner sobre la repisa.

Pero… ¿Cuál es la función que cumple el Souvenir en una celebración?
Creo yo, que el objetivo es: Guardar Sensaciones,
El objetivo es que al mirar el adorno recibido recordemos ese día singular.

Una canción cumple la misma función, volvemos a escucharla y nos remite a determinadas vivencias.
Las fotografías y los videos son un intento de atesorar momentos trascendentes de nuestras vidas,
Los perfumes, los aromas…pueden llegar a rememorarnos momentos vividos con intensidad.
Podríamos decir que el objetivo del souvenir es hacer que la sensación perdure en el tiempo y no se esfume.

Guardar, atesorar Sensaciones.

Hace algunos meses estando en Yerushalaim – el lugar de donde vengo y lugar donde retorno cuando finalice Iom Kipur - , tuve una particular experiencia que me movilizo cuerpo y alma. Instintivamente me senté y comencé a escribir mis sensaciones. Al día siguiente le comentaba a un amigo lo que viví y cómo lo escribí con el objetivo de “inmortalizar esa sensación” y poder volver sobre ella en momentos que ya no la sintiera.

¿Cuántos momentos tenemos en nuestras vidas que se esfuman?
¿Cuántas sensaciones trascendentes nos ocurren que deseamos atesorar… pero al cabo de un escaso tiempo… se desvanecen?

Por ejemplo: Salimos del cementerio un domingo por la mañana y tenemos una sensibilidad particular, nos enfrentamos
a nuestra finitud,
a nuestra humanidad,
a la ecuación de la existencia
y deseamos atesorar esa sensación, prolongarla, vivir con ella…
ya que así aprovecharíamos mejor la vida… valoraríamos mejor el tiempo….
Pero… ¿cuánto nos dura esa sensación?

Decimos que este periodo del año son “las fiestas”,
Llegamos con nuestras simbólicas carretillas para llenarlas con Souvenir,
Para así atesorar nuestras sensaciones profundas e intensas de este día,
Prolongarlas para el resto del año.

¿Qué Souvenir nos vamos a llevar a casa?
¿Cómo haremos que la resonancia de este día resuene en nosotros durante todos los días?

El Legado que nos trajo Moshe Rabeinu, fue materializado por generaciones de sabios de nuestra tradición en 613 Mitzvot, 613 preceptos que son la base y fundamento de nuestra Tradición milenaria.

Ustedes saben:
Estas 613 Mitzvot se agrupan en dos grandes categorías:
a. Aquellas que son entre el Hombre y su prójimo.
b. y aquellas que son entre el Hombre y D’s.

Las Mitzvot nos sirven para enlazarnos, nos ligan tradicionalmente.
Nos unen con todos los judíos dispersos por el mundo, con aquellos que conozco y con aquellos que no conozco.
Cuando reflexionamos acerca de la profundidad de este día, nos imaginamos junto a la cantidad de almas que nos unimos en al ayuno sincero, escuchando la conmovedora melodía del Kol Nidrei, recitando Izkor con dolor y esperanza, escuchando las sabias palabras del profeta Yona…

Sentimos que las Mitzvot nos hacen trascender en tiempo y espacio.
Lo mismo que hicieron por generaciones, hoy lo hacemos nosotros.

Como humilde mensajero del legado soy un convencido que la estructura de las Mitzvot nos ayuda a ser más sensibles como humanos y ser, así, mejores seres humanos.

Se nos narra en el Talmud en el tratado de Yoma, y también Levinas lo trae en sus ensayos, que en IK solo son perdonadas las faltas que cometimos para con D’s. Y no nos son perdonadas las faltas que cometimos para con el hombre.

Agregan nuestros sabios que tuvimos desde el comienzo del mes de Elul hasta el día de hoy (40 días) para solucionar nuestros asuntos aquí en la tierra, para perdonar y ser perdonados…

Pero si aún te quedaron cosas por resolver aquí en la tierra - nos enseña el Talmud - que tenemos tiempo hasta Hosanna Raba, hasta el último día de la festividad de Sucot para poder solucionarlo.

IK es un día dedicado exclusivamente a repensar nuestra vinculo con D’s.

¿Cómo vamos a hacer para irnos satisfechos de estas fiestas?
¿Cómo vamos a modificar nuestra vida en el vínculo con D’s?
¿Cuál es el souvenir que nos vamos a llevar de estas fiestas?

Creo que el desafío que nos plantea este día es responder:

¿Qué Mitzva nos vamos a llevar a casa cuando la santidad del día se despida de nosotros?
¿Cómo nos vamos a apropiar del Legado que nuestro pariente Moshe nos dejo?

Decía Franz Rocencwaig – autor de La Estrella de la Redención – que el judaísmo es como una gran tienda, nosotros vamos paseando por las góndolas y tomamos los objetos que deseamos. Y agregaba: que todos elegimos, todos somos libres de elegir.

Creo que como personas que deseamos vivir un judaísmo comprometido, insertos en el siglo XXI, no tenemos que aspirar a cumplir con todas las Mitzvot - de la noche a la mañana - pero las que cumplimos las tenemos que cumplir: Con Todo.

No tenemos que cumplir Todo… pero si Con Todo.

Cumplir una Mitzva con todo quiere decir que la Mitzva que elijamos nos hable a nosotros, nos represente, nos aporte a nuestra vida diaria, para que a diario nuestro espíritu se vea fortalecido.

Cumplir una Mitzva con todo quiere decir poder sostenerla y mantenerla en el tiempo.
Cumplir una Mitzva con todo es ir puliéndola – como a una piedra preciosa - a lo largo de nuestra vida.

Según nos dicen nuestros sabios en el Talmud la naturaleza misma del día de Iom Kipur nos perdona aquellas faltas que hemos cometido para con D’s.

Queda en nosotros: aprovechar o Des-aprovechar las próximas horas.

El día anterior a Iom Kipur no debe ser igual al posterior.
¿Qué estás dispuesto a modificar en tu vida este año?
¿Cuáles de los preceptos estás dispuesto a que formen parte integral de tu hogar para embellecerlo?

La opción está en nuestras manos,

Regresemos a nuestros hogares – cuando el día llegue a su fin – con nuestras carretillas colmadas de tesoros para poder cuidar y pulir por el camino de La Vida.

Ese hermoso tesoro va a formar una Unidad vinculando la dimensión de Tiempo y Espacio, llevándonos delante de la Presencia Divina para que nuestra existencia sea, así, más significativa.

Quiera D’s - fuente de Toda Vida -, que en este día
Seamos todos Rubricados en el libro de La Vida.

Jatima Tova LeKulam!!!

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