Rab. Levy - Izkor Jalomot

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

El patriarca Yaacob tuvo uno de los sueños más hermosos que una persona puede imaginar. Su sueño está envuelto por la mística y el misterio. Era el atardecer, Yaacob se escapaba de su hermano, tenía mucho miedo. Estaba cansado, preocupado y decidió descansar. Tomó una piedra del camino, apoyó allí su cabeza y mientras dormía comenzó a soñar: " He aquí que había una escalera que conectaba el cielo y la tierra."

Ese es también el sueño de cada uno de nosotros en esta hora de Izkor: que cielo y tierra no se hallen separados; que se puedan unir, encontrar y besar. Que hallemos algo del cielo en este mundo y elevemos nuestra tierra en dirección a las alturas para subir peldaño a peldaño por la escalera de la memoria. Para así, sentir más de cerca la presencia de aquellos que amamos y ya no están.

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La muerte nos separa de nuestros seres queridos, y deja en nosotros una gran cicatriz, pero no puede quitarnos los recuerdos y los momentos compartidos que permanecen eternamente en nuestra alma, como el eco de una melodía, como la sensación de un cálido abrazo.

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La muerte no puede destruir lo que con amor se construye en la vida.

En estos instantes, evocamos con mayor intensidad a nuestros seres queridos que han dejado una profunda huella en nuestros corazones y han partido. Traemos a la memoria a los que han marcado nuestra vida con sus acciones, sus palabras, sus ilusiones, sus proyectos y sus sueños.

Hace algunos años conocí a Shmuel, un sobreviviente de la Shoá. El se salvó y luchó en la resistencia partizana, y luego emigró a Israel donde participó activamente en la formación de la Mediná. Con el paso de los años, pudo rearmar su vida y construyó con éxito una nueva familia allí. Sin embargo un día Shmuel me dijo: "No soy feliz. Mi vida no está completa". A lo que le respondí: "¿Por qué sientes eso? Hiciste cosas muy valiosas en tu vida y en la de tu Pueblo, luchaste por tus ideales, tienes hijos, tienes nietos...

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Con lágrimas en los ojos, el hombre respondió: Cuando era joven vivía en Europa con mi hermano mayor al que amaba y admiraba con devoción. Él era un joven brillante, bueno, dulce y sensible. Él quería llegar a ser poeta, quería ir a la universidad, quería un mundo de justicia, de igualdad y libertad. Él murió una cruda noche de invierno en el campo... yo escapé y ahora estoy aquí. Pero, ¿qué ocurrió con todos sus sueños?

En Izkor, no solo expresamos nuestro gran dolor, por nuestros seres querido de bendita memoria, sino que lo hacemos también por sus sueños perdidos, traicionados, abandonados, quebrados y truncados por la muerte.

Hoy nos unimos para rezar y para llorar por los sueños perdidos y por los soñadores. Los recordamos mientras lágrimas silenciosas, y tristes se deslizan suavemente por nuestros rostros. Lágrimas de amargura recorren nuestras mejillas, tocándonos cual tiernas caricias de consuelo. Lágrimas que se derraman y fluyen desde el centro del alma, lágrimas que brotan desde el corazón.

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Lágrimas de dolor, lágrimas de amor.

Detente unos instantes, mira a tu alrededor...¿quien no está a tu lado este año? ¿Quién no está junto a tí, en el shul en este Izkor?

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Cierra los ojos y recuerda los sueños de un padre, una madre, un hijo, una hija, un esposo, una esposa, un hermano, una hermana, un amigo, una amiga:

¿Qué te diría, al verte más grande, más maduro y un poco más viejo? ¿Cuáles serían sus palabras, sus consejos? ¿Cuáles eran sus sueños? ¿Qué soñaba acerca de tí, de tu familia, de tu futuro? ¿Qué soñaba que compartirían juntos? ¿Qué es lo que más extrañas de aquella persona que amaste?

Izkor en Yom Kipur, es un instante de lo eterno, que nos permite soñar despiertos, para tocar los sueños de los que hemos perdido.

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Los sueños de aquellos que amamos, nos han traído hoy aquí. Soñar, es ir más allá de nuestro propio ego, para abrazar a los otros en con ternura y amor.

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Izkor, es el tiempo para interpretar los sueños de consuelo, de confianza, de risa y de esperanza de quienes ya no están físicamente con nosotros. En esta hora de Izkor, al comprometernos a continuar con sus sueños e ideales, ascendemos un peldaño más en la escalera del amor y de la memoria. Hagamos que en este día, nuestras plegarias, nuestros corazones y nuestras almas nos hagan merecedores de un nuevo año de vida, lleno de vivencias que recordar y de sueños que atesorar.

Izkor tiempo para recordar...Izkor...