sábado, 1 de septiembre de 2007

Rab. Werbin - Punto Triple

Cada generación ha crecido con distintos dispositivos electrónicos que han colaborado al desarrollo general de la humanidad. No cabe duda que la generación actual es la que crece junto a los computadores. Mi generación creció con la televisión y la que me antecedió creció al lado de la radio.

Si prestamos atención a lo que ocurre comparando las distintas generaciones y los distintos artefactos, podremos descubrir que puede resultar tan difícil para un niño sintonizar determinada estación como para un adulto aprender a bajar música de Internet.

Como les dije, soy de la generación de la tv, pero a pesar de que soy bastante joven aún recuerdo cuando en mi casa no había televisión. Había únicamente radio y eso era lo que se escuchaba.
Incluso para mi Bar mitzva recibí dos radios portátiles de regalo. A cada hora había un resumen de noticias, al igual que hoy en día, pero había algo que me llamaba la atención y era que siempre finalizaba con la información de la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. La temperatura era entendible, indicaba como debíamos vestirnos, si hacía frío o calor, la humedad un poco menos, tal vez orientaba si iba a llover o no, si iba a haber agua en las próximas horas, pero lo que resultaba completamente extraño era la presión atmosférica. ¿A quien le importaba cuántos milímetros de mercurio de presión había? Yo creo hasta hoy en día que a nadie. Es más creo que el 99 % de los oyentes ni siquiera prestaban atención a ese dato.

Después de un tiempo aprendí algunas cosas más acerca del agua, la presión y la temperatura, pero aún sigo sin saber porque brindaban y aún entregan esa información.

Durante mis estudios universitarios tuve un paso interesante por la facultad de Farmacia y Bioquímica de Buenos Aires. Estudié casi tres años hasta que entendí que no era lo que me apasionaba y decidí dejar esa carrera por el rabinato.

Ya se lo que tienen en mente, lástima que no seguí bioquímica… no se preocupen yo también a veces pienso igual que ustedes…

Sin embargo rescato muchos aprendizajes de ese paso por la facultad de bioquímica. Para mi vida personal, por ejemplo, me cuenta a tiempo y aprendí que uno puede cambiar y volver a empezar. Y a nivel conocimientos adquirí algunos de matemáticas (que ya olvidé…) y algunos otros de química.

Hubo un tema en particular que se llama punto triple de un elemento que quedó latente en mi conciencia o inconciencia…

Punto triple es aquel en que. Dadas condiciones especiales de temperatura y presión, pueden subsistir en equilibrio los tres estados de agregación molecular de una sustancia. Explicado de manera más simple y sencilla, por ejemplo el agua en sus tres estados.

Auque sea difícil de imaginar si sometemos al agua a 4,58 milímetros de mercurio de presión y a 0,0098 grados centígrados de temperatura, se encuentra, al mismo tiempo, en los tres estados: hielo, agua y vapor.

Si cambiamos las condiciones y subimos la presión se transformará en hielo o en líquido, si subimos la temperatura en líquido o en gas.

Los cambios de un estado a otro se llaman fundición sublimación, evaporación, solidificación, condensación, etcétera. Quiero tranquilizarlos, no vine hoy a hablarles únicamente de química.

Sin embargo, queridos amigos, también de esto podemos aprender algo.

Hoy es un punto neurálgico de nuestro calendario. Podríamos considerar a Rosh Hashana como el punto triple del calendario judío. Rosh Hashana recibe tres nombres, Yom Hadin, Día del juicio, Yom Trua, día del sonido del Shofar y Yom hazikaron día del recuerdo.

En este día coinciden tres manifestaciones, el juicio, el sonido y el recuerdo. D´s se nos presenta de esas tres formas, en el juicio, en el sonido de su voz y en el recuerdo de su presencia.

Primera manifestación de nuestro punto triple. Hoy es el día del juicio, Yom Hadin, y somos sometidos al juicio divino bajo condiciones de presión y temperatura.

Cómo reaccionamos frente al hecho de que D´s hace junto a nosotros el recuento de nuestras acciones?

Reaccionamos con rigidez, con dureza, de manera cortante y áspera como el hielo? Incapaces de admitir que nos hemos equivocado? Somos intransigentes con los nuestros y los culpamos y nos culpamos sin aceptar el pedido de perdón?

Somos transparentes, cristalinos, dóciles y agradables como el agua calma de un estanque? Es decir, aceptamos que no fuimos del todo correctos y estamos dispuestos a mejorar?

O tal vez preferimos desaparecer, escondernos detrás de una cortina de humo, ser etéreos, pasar desapercibidos casi invisibles como el vapor, sin responsabilizarnos, evadiendo y esquivando nuestras obligaciones como parte del pueblo de Israel?

Y frente al juicio la temperatura como nos afecta?

En este día poseemos el calor, la pasión, esa fuerza acumulada y contenida durante el año que llega a su punto de ebullición con los Yamim Noraim?

O somos fríos, indiferentes, insensibles, imperturbables como el hielo?
.
Segunda instancia del punto triple. El Sonido.

Yom trua. Hoy es el día de en que debemos escuchar el sonido del Shofar. Tekía Shevarim y Trua.

Que sonidos queremos escuchar en nuestra vida? Que sonidos nos deparará este nuevo año?

Deseamos algo monótono, uniforme rutinario como el del agua cuando rompen las olas del mar en la playa o como la tekía, un sonido uniforme sin sobresaltos.

Sonidos estrepitosos, estridentes como el rompimiento de un iceberg son los que pretendemos? Shevarim viene de la palabra shever, rotura. Somos del tipo de personas que nos agrada ver cuando algo se resquebraja, cae y hace bulla? O tiene mayor resonancia lo que construimos a partir de la caída y del golpe?

O tal vez deseamos ser agudos como sonido del vapor saliendo de la pava, como la trua. Incisivos, mordaces, punzantes.

Con que sonido nos identificamos? Tekia Shevarim Trua. Con que elemento nos equiparamos? Con el agua, con el hielo o el vapor?

Tercer y último punto, del punto triple.
Yom hazikaron, día del recuerdo. Día de la memoria.

Si bien hoy debemos recordar nuestras acciones, creo que también debemos recordar a aquellos que nos acompañan o acompañaron durante el año transcurrido ya a lo largo de nuestras vidas. Empezando por nuestra familia.

Como los recordamos? Cuando los recordamos? Que tipo de relación nos une?

Podríamos reflejarnos en nuestros padres como en un espejo de agua o nuestra imagen se vería empañada cual espejo bajo el efecto del vapor? Hoy nos preguntamos por que somos tan fríos con los nuestros? Por que esperamos a que no estén, para valorarlos, para decirles cuanto los necesitamos a nuestro lado.

Día del recuerdo.

Cuanto marca la temperatura de nuestros recuerdos? Frío, tibio o caliente?
Que recuerdo de nuestros seres queridos, durante nuestra infancia nos hace estremecer?
Quien nos recuerda en este día, en este punto triple de nuestro calendario?
Un tiempo atrás escuché una historia que contó el Rabino Baruj Plavnik.
Cuenta esta historia que una vez, un padre quiso enseñarle a su hijo algo que no olvidara sobre la vida y la verdad.

Lo llamó y le mostró un pequeño puñado de azúcar y le pregunto dónde podía guardarlo de la manera más segura posible.El chico ensayó varias respuestas. Primero propuso ponerla en una cajita, pero el padre le dijo que podrían perderla.

Entonces el chico sugirió otras ideas: envolverla bien en un sobre, ponerla en un cajón, guardarla en un estante, y hasta esconderla en la caja fuerte!

El padre le explicó que el peligro de que se derramara o las hormigas la encontraran era muy grande.

Entonces le pidió una jarra con agua y volcó el azúcar adentro.Un rato más tarde el padre llamó a su hijo y dicéndole que quería que le trajera el azúcar.

El chico le aseguró que ya no estaba

-¿Cómo, no la pusimos en el agua? Preguntó el padre.
-Ah! Sí, claro!

El padre dijo:-¿cómo puedo saber que está en el agua?El chico pensó un instante, luego trajo un vaso, vertió en él un poco del agua de la jarra y le ofreció al padre para beber: -Toma, pruébala
El padre tomó el vaso, bebió un sorbo y le preguntó a su hijo si estaba seguro de que toda el agua estaba dulce, y el chico le contestó: -Por supuesto!

-¿ Y cómo lo sabes?
-Porque acabas de probarla!, fue su respuesta
Entonces, el padre afirmó: -Aunque no puedas ver el azúcar, un pequeño puñado puede endulzar una jarra llena de agua.

El niño agregó: Y si congelamos el agua, el azúcar quedará en el hielo y si evaporamos el agua quedará en la pava.

El padre asintió diciendo, los ojos dicen que el azúcar no está! pero con un solo sorbo sabemos que toda el agua de la jarra es dulce.
Así está D´s en el mundo. Oculto en él, e invisible a nuestros ojos, como lo está el azúcar en el agua.

Sin embargo hoy, en el punto triple de nuestro calendario, somos sensibles a su presencia. Lo recordamos, nos sometemos a Su juicio y escuchamos el sonido de Su voz.

Queridos amigos, que seamos capaces en este día de Rosh Hashana de recordar al creador, de afrontar Su juicio y de escuchar Su voz.

No hay comentarios: